San Felices de Agüero

Saliendo de Agüero cruzando el barranco de la Rabosera y tras recorrer unos cinco kilómetros de pista que discurre por la margen izquierda del barranco de San Felices llegaremos al pequeño núcleo semideshabitado de San Felices de Agüero.

Hasta no hace mucho habitaban en él tres personas. Muchas de sus casas son ya ruinas, alguna se halla en fase de rehabilitación, como segunda vivienda es un lugar sin duda apacible. 
A pesar de que ahora prácticamente está deshabitado, fue un municipio que tuvo abadía, horno de pan, herrería y una iglesia dedicada a San Bartolomé.

Consta en la colección diplomática de Pedro I el dato de que cedió en 1104 a la catedral de Huesca la novena de lo pagado por los habitantes de “Sancti Felicis”


  • IGLESIA DE SAN BARTOLOMÉ

Su templo se alza como guardián altivo sobre lo alto de unos peñascos bajo los que confluyen los barrancos de Artaso y Villano para originar el de San Felices.
Destaca la torre-campanario, de carácter claramente defensivo, que se adosa a poniente del templo. Su cabecera ha desaparecido, se ha cerrado de forma incorrecta y hoy en día parece que haya sido plana. 

Tiene en su hastial de poniente, al interior de la torre, portada de acceso con un par de arquivoltas que apean sobre ábacos coronando jambas rectas en los que hallamos ajedrezado, palmetas y un tosco leoncito. Estilo muy arcaico, quizá de final del XI o comienzo del XII, cuando se erigió este lugar defensivo como guardián del camino hacia Biel por San Miguel de Liso. Guarda al interior, pila bautismal un arco apuntado del XVI e indescriptible decoración pintada a juego con la iluminación a base de tubo de neón sobrevolando la nave.


  • ERMITA DE SAN ESTEBAN

Unos 800 metros antes de llegar a San Felices, una pista a nuestra derecha nos conduce en trayecto francamente ascendente hasta la ermita de San Esteban. Las vistas sobre San Felices y el camino hacia San Miguel de Liso son sin duda espectaculares.

En principio fue torreón defensivo del que se aprovecharon el arranque de tres de sus muros para reconvertirlo en ermita a base de añadir portada al sur y cabecera plana al este.
Cronológicamente ha de ser contemporáneo de San Felices